Este blog nace de la necesidad de recopilar las recetas que voy haciendo y el gusto de querer compartirlas con todo el mundo

lunes, 10 de agosto de 2015

PAN LAVASH (Y VIAJE A TURQUÍA I)

Hoy os traigo un pan turco que nos encantó en nuestro viaje a Turquía.
Es un pan plano, que se hace sobre una plancha y es su versión de nuestro pan para acompañar las comidas.
Es una masa muy básica de tres ingredientes increíblemente elástica que no necesita horno.
También se utiliza para hacer los "dürüm", esos rollos al estilo döner kebab, como en esta foto, que rellené con ensalada, jamón, queso y mayonesa. Riquísimo.
Fabián y yo estuvimos en Turquía en marzo. Es un país de contrastes donde las cosas no son lo que parecen: imaginaos una ciudad cosmopolita al estilo de Barcelona o Nueva York pero con una mentalidad anclada en varios siglos atrás. El shock fue bastante fuerte, sobretodo para mí como mujer.
Nada más llegar nos timaron. Tenéis que tener cuidado porque es bastante usual: el taxista te dirá una cifra, te subirás y al darle el billete al llegar, te dará el cambiazo y te dirá que en lugar de un billete de 50 le diste uno de 5. Sed precavidos y al pagar indicad señalando el número del billete que le estáis dando uno de 50.
Llegamos a las 6 de la mañana a Estambul, por lo que las fotos fueron espectaculares, sin gente. La plaza entre la Mezquita Azul y Hagia Sophia sólo para nosotros y los perros callejeros, todos muy sociables, marcados y gordos. Los comerciantes de la zona los "apadrinan" y procuran que no les falte de nada.
También estuvimos tomando té en el café de Pierre Loti, un lugar muy famoso por los libros del mismo autor francés. Las vistas son muy bonitas y se sube por un funicular a través de un cementerio que va desde la ladera a la cima de la montaña. Muy singular. También decir que llevéis tarjeta de transporte porque muchos tipos de los autobuses intentarán que paguéis más de lo que es.
Estambul es diferente según las zonas. Si vais a la zona turística (zona Fatih o Taksim) los comerciantes, y la gente que se dedica al turismo en general está como cansada. Imagino que estar en un sitio tan concurrido todos los días del año y tratando con todo tipo de gente y de humores debe ser difícil, y si le sumamos que quien pregunta es una mujer... Sin embargo sales de la zona turística (os recomiendo ir a algún centro comercial como el de Marmara) y la gente es estupenda. Tengo que decir que la mala impresión fue solamente con la gente que se dedica al turismo; sin embargo tuve la mejor de las experiencias con las mujeres y con cualquier otro ciudadano de a pie.
Las mezquitas muy bonitas, especialmente todas las del arquitecto Sinan. La verdad es que cuando viajo no me gusta hacer todo lo que recomiendan que "debes hacer"cuando vas a un sitio. Soy anti-clichés, sin embargo fuimos, hicimos y visitamos todo lo recomendado y además varios lugares diferentes recomendados por personas que quieren ver un Estambul diferente. Gracias Belmary, nos encantaron todas sus mezquitas, especialmente las más recónditas.
Como os decía Estambul es un país de contrastes: mezquitas a cada poca distancia,  la llamada a la oración 5 veces al día a través de los altavoces situados en sus minaretes conviven con mcdonalds, accesorios de las mejores marcas europeas y americanas...
Y mujeres totalmente tapadas, pero solas, independientes y guapísimas en lo que se les puede ver, muy maquilladas, con la manicura perfecta y cuidadas en todos sus complementos.
Soy de la opinión de que hay que viajar por todo el mundo al menos una vez en la vida para conocer, y Estambul es diferente. Un país que lucha para que la modernidad y la tradición convivan en paz.

Ingredientes:
2 tazas y media de harina de trigo tamizada (normal, de todo uso)
1 taza de agua
1/2 cucharadita de sal

Preparación:
En un bol se ponen la harina  y la sal y se abre un agujero en el centro. Se agrega poco a poco el agua y se va amasando integrando la harina de los bordes al centro hasta conseguir una masa con una consistencia blanda que no se pega a las manos.
Ponemos la masa en la nevera envuelta en papel film transparente y la dejamos reposar 1 hora.
La sacamos y hacemos bolas del tamaño de una mandarina pequeña (salen unas 6)
Echamos harina sobre la encimera, ponemos la bola de masa, echamos harina por encima y estiramos, giramos la masa un poco para que no se pegue abajo y volvemos a estirar hasta conseguir una masa muy muy fina y casi redonda.
No tengáis miedo de espolvorear harina suficiente tanto por arriba como por abajo. La masa es muy elástica y no se os romperá, no os preocupéis y hacerla muy fina.
Ponemos en la sartén a fuego fuerte sin aceite ni mantequilla y dejamos unos minutos hasta que la masa empieza a despegarse de la sartén y a hacer burbujas grandes y le damos la vuelta. Dejamos 2 minutos más.
Las presentamos cubiertas con un paño para que no se sequen y pierdan su elasticidad.
Si queréis podéis  rellenar con lo que más os guste y enrollar.

1 comentario:

  1. que rico y que buena pinta , me encanta , lo tengo que hacer , besitos

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